Piso · Rudolph

Ver árboles y una cocina verde

Ver árboles significa amplitud y luminosidad. Ver árboles significa conectarse con los jardines y los pájaros del exterior. Ver árboles significa un día a día mucho más confortable.

 

Nos encontramos en Cardedeu, municipio modernista del Vallés Oriental, en un bloque de viviendas construido en los años 80 con una singular fachada de Bloque Rudolph.

 

La vivienda se encontraba en su estado original, demasiado compartimentada y con materiales muy oscuros. Todo el esfuerzo intelectual se volcó en revertir esta situación, abriendo los espacios más singulares y bañandolos de luz. Y es que pasar de un pasillo de 14 metros a un distribuidor de 5, sin cambiar la distribución original, no era un reto sencillo. 

La cocina, verde noro, elegante y discreto, se convirtió en el corazón de la vivienda, un espacio abierto e independizado, un lugar de encuentro entre anfitriones e invitados.

El muro que la divide del acceso se inspira en el bloque de hormigón rayado de la fachada y es además el hilo conductor del resto de materiales de la vivienda; colores cálidos como el hormigón blanco de sus bloques; proporción vertical, como los azulejos estrechos de la cocina y los baños; encintado en roble, como el hueco de acceso a la habitación principal; y unas juntas definidas que marcan la proporción de las piezas del pavimento.

 

Tras la reforma, el interior se relaciona con el exterior habiendo eliminado puertas y paredes y, el exterior se relaciona con el interior a través de su fachada.

 

Fotografía: Antonio Navarro Wijkmark

 

Han colaborado:

Iluminación: Nistal Design

Mobiliario: Muebles Del Valle

Instalación: Carlos Alonso

Encimeras: Marbres Cardedeu